xoves, 30 de abril de 2020

Rios con futuro.

La depuración sostenible en los pequeños municipios deja de ser una quimera

El proyecto transfronterizo CircRural4.0 estudia un sistema de depuración en esas zonas que avance en la eficiencia energética y en la economía circular

xoves, 23 de abril de 2020

Diversificación dos cultivos

Trigo y centeno, los mejores cereales para compaginar con las frondosas

La Cátedra do Pan reconoce un estudio que evalúa cómo se desarrollan distintos cultivos cuando crecen en sombra y marca las bases para la elaboración de un catálogo de cereales compatibles con un modelo agroforestal




REDACCIÓN 

Los efectos del cambio climático están ahora en boca de todos. Pero hay equipos de investigación como el departamento de Producción Vexetal del Campus Terra, dependiente de la Universidade de Santiago (USC), que se han puesto en guardia hace tiempo para que las consecuencias sobre los cultivos no cojan por sorpresa a los agricultores y ganaderos gallegos. De ahí que, dado que a partir de unos 35 grados de temperatura hay cereales que no desarrollan el grano, hayan comenzado a estudiar qué especies se adaptarían mejor a la hora de tener que crecer en condiciones de sombra. Incardinado en esa línea de investigación está el trabajo fin de grado del ingeniero agrícola y agroalimentario Rafael Abad, un estudio galardonado hace unas semanas con uno de los premios de la Cátedra do Pan e do Cereal Da Cunha. Su estudio trató de discernir cómo era el desarrollo de distintas especies o variedades de cereal bajo diferentes condiciones de sombra. Su veredicto: El trigo y el centeno son los mejores cereales para compaginar con las frondosas.https://www.lavozdegalicia.es/noticia/somosagro/agricultura/2019/12/27/trigo-centeno-mejores-cereales-compaginar-frondosashttps://www.lavozdegalicia.es/noticia/somosagro/agricultura

xoves, 16 de abril de 2020

Por un rural sustentable.

Misión: campo productivo y sostenible

La USC y Agacal participan en un proyecto europeo que fomenta prácticas sostenibles en el medio rural



LUGO / LA VOZ 

«Una solución ecológicamente buenísima que no es rentable no es una buena solución». Lo dice Rosa Mosquera, profesora del departamento de Produción Vexetal de la Escola Politécnica Superior (EPS) del campus de Lugo, que asegura que una producción en el medio rural -sea orientación agrícola, ganadera o forestal- puede, y debe, incluir criterios sostenibles sin que por ello la rentabilidad acabe convertida en una quimera.
De hecho, forma parte de un recién iniciado proyecto en el que sectores académicos y agrarios de varios países -están presentes la Universidade de Santiago de Compostela (USC) y la Asociación Galega de Cooperativas Agroalimentarias (Agaca)- estudian medidas que contribuyan a la reducción de emisiones en particular y al desarrollo de la bioeconomía en particular. Las directrices de la nueva Política Agraria Común (PAC), que prevén un 50% menos de emisiones en el 2030 y su eliminación en el 2050, marcan el rumbo.

El fomento de combustibles alternativos o de energías renovables es un apartado en el que se puede avanzar, igual que en la disminución de emisiones. En una comunidad como Galicia, con una especialización ganadera en las últimas décadas, el uso del purín aparece asociado con esa cuestión. El problema -explicó ayer Mosquera- está en las emisiones de amonio, que pueden paliarse, por ejemplo, con la plantación de árboles. La presencia de especies arbóreas, en primer lugar, contribuye a que baje la temperatura; en segundo, las partículas de amonio tienen así más probabilidades de acabar en el suelo en lugar de salir a la atmósfera.
 Más ingresos, menos gastos
Además, con los árboles, apuntó la docente, también se pueden aumentar los ingresos y rebajar los gastos: por ejemplo, un ganadero que tenga manzanos podrá ganar algo con la venta de fruta, pero si el precio algún año está bajo y no le compensa comercializar la producción, dispondrá de una alimentación extra para sus animales sin necesidad de comprarla fuera.
Si se potencia el pastoreo, no solo se están rebajando gastos en la alimentación, ya que la dependencia del maíz y del silo de hierba es menor, sino que también disminuyen el coste de combustibles y las emisiones, puesto que el empleo de tractores y de otra maquinaria agrícola es inferior. De todos modos, admitió Rosa Mosquera, son sistemas que pueden coexistir: «Algo de forraje siempre hace falta», dijo.

 El purín, peor en otros sitios
Por otro lado, el uso de purín no genera en Galicia las situaciones que se dan en otras zonas de Europa (Holanda, por ejemplo). Aunque en la comunidad, como ocurre en otros países europeos, el número de animales es alto, hay una mayor masa forestal, con lo que se absorbe mejor el purín. Que esas masas, además, estén cerca de las explotaciones ganaderas contribuye a que la calidad del aire sea también mejor, explicó.
El comienzo de este nuevo proyecto, cuya aplicación durará hasta el 2024, coincide con el debate sobre la introducción de nuevos criterios en la Política Agraria Común (PAC), lo que ha generado dudas y temores sobre su impacto económico en las explotaciones. Esas ayudas no desaparecerán: «La PAC paga la agricultura de Europa», dijo la profesora de la EPS, que recalcó que la actividad económica del medio rural debía orientarse a criterios de sostenibilidad económica, ambiental y social.

 Dos partes necesarias
Saber de dónde proceden los fondos no excluye otra cuestión, la de cómo usarlos. Esa es una de las razones por las que, explicó Mosquera, en este proyecto intervienen representantes del mundo académico y de la actividad agraria: los primeros diseñan soluciones, pero los segundos aportan ideas sobre su viabilidad. Lo que se busca, dijo, es que el campo sea igual de rentable, o incluso más, aplicando criterios sostenibles.

Un contacto provechoso con un precedente

Que el mundo universitario diseñe propuestas y el mundo que trabaja de manera habitual en el medio rural las conozca para medir su viabilidad es un sistema que a Rosa Mosquera le parece útil por los resultados de esos contactos. Hay además una iniciativa, la de Afinet (que corresponde en inglés a las siglas Redes de Innovación Forestal), en la que se usó esa forma de trabajo. La profesora del campus lucense participó en ese proyecto.https://www.lavozdegalicia.es/noticia/somosagro/ganaderia/2020/02/20/mision-campo-productivo-sosteniblehttps://www.lavozdegalicia.es/noticia/somosagro/ganaderia

xoves, 9 de abril de 2020

Saude para o monte

.https://www.lavozdegalicia.es/noticia/somosagro/forestal

Hongos para mejorar la gestión del suelo en montes afectados por incendios

El proyecto Life Reforest desarrolla un método que reduce el tiempo de regeneración y frena el arrastre de tierra



REDACCIÓN 

Recuperar el suelo tras un incendio es uno de los grandes retos a los que se enfrenta una comunidad como Galicia, en la que la superficie forestal ocupa poco más de dos millones de hectáreas, de las que un 70 % están arboladas. Más allá de regenerar su calidad orgánica, también resulta importante evitar el arrastre de tierra que aceleran las lluvias tras un fuego. Ahora un nuevo método basado en el uso de hongos que crecen en un tecnosuelo (elaborado en base a restos orgánicos estabilizados) y que se colocan en una especie de mangas tubulares de material biodegradable, trata de frenar el problema.

Es en lo que trabaja el proyecto Life Reforest, un programa europeo liderado por el Centro de Investigación Tecnológica Multisectorial (CETIM), en el que están también como socios las empresas Hifas da Terra, TEN Tecnosuelos e Indutec Ingenieros; el Centro de Investigación Medioambiental y Marina (CESAM) de la Universidad de Aveiro en Portugal, la Asociación Forestal de Galicia (AFG) y la Asociación Forestal portuguesa (Forestis). «Lo que pretendemos es mejorar la gestión del suelo tras un incendio para poder rehabilitarlo antes. El uso de hongos no solo reduce el tiempo que tarda el suelo en regenerarse, cuando crecen también ayudan a asegurar, evitando que el agua lo arrastre y acabe llegando a zonas de marisqueo o acuíferos», explica el doctor en Ingeniería agrónoma e investigador senior de CETIM. Julio Fierro. En este sentido, el objetivo del proyecto es mitigar hasta un 70 % la erosión y la pérdida de terreno, además de abaratar hasta un 25 % los costes de aplicación de las soluciones existentes.
Ahora están poniendo en práctica el método en montes de Pazos de Borbén y Aveiro
Hace cinco meses, en octubre del año pasado, el grupo de investigadores terminó la fase de laboratorio e inició la validación de este método en 200 metros cuadrados de superficie quemada en Galicia y Portugal. Las mangas fueron colocadas, concretamente, en los montes vecinales de Nespereira, en el concello pontevedrés de Pazos de Borbén, y también en los montes de Albergaria, en Aveiro (Portugal).
Las mangas, rellenas de semillas de especies autóctonas mezcladas con compost en el que se ha inoculado los hongos, fueron colocadas en esos terrenos a modo de barrera para evitar el deslizamiento de la tierra. Estos recipientes biodegradables hacen que la cubierta vegetal pueda recuperarse antes gracias al rápido desarrollo del micelio de los hongos. Al mismo tiempo, añaden desde Life Forest, minimiza hasta 2,5 veces la velocidad y la contaminación provocada por el flujo de las escorrentías.

Por otra parte, este micotecnosuelo ayuda a la infiltración de agua, además de proporcionar nuevos nutrientes al suelo arrasado por el fuego. Por no hablar que las semillas acelerarán la restauración del pinar ardido en Galicia y del eucaliptal que se perdió en la zona de Portugal donde se está desarrollando el plan piloto.https://www.lavozdegalicia.es/noticia/somosagro/forestal/2020/03/04/hongos-mejorar-gestion-suelo-montes-afectados-incendios

xoves, 2 de abril de 2020

Whisky irlandés con sabor a Galicia!!!!!https://www.lavozdegalicia.es/noticia/somosagro/forestal/2020/01/21/investigan-galicia-surtir-barricas-roble-pais-bodegas/00031579636024146573701.htm

Investigan si Galicia podría surtir con barricas de roble del país a sus bodegas

Adriana Conde, del grupo BioModem, trabaja además en averiguar qué proporción deberían tener los toneles


REDACCIÓN 
 
Hace cuatro años representantes de la destilería irlandesa Jameson de Irish Distillers, perteneciente a la multinacional francesa Pernord Ricard, se pasearon por las carballeiras lucenses en busca de madera para las barricas donde madurar sus espirituosos. Sabían lo que buscaban porque no era la primera vez que gallegos y gaélicos unían fuerzas para lograr un producto excelente. De hecho, esta multinacional lleva años usando carballos gallegos para madurar su whisky. Sus cualidades: el olor y el sabor que aporta la madera de estos árboles al licor.
No cabe duda de que las barricas son algo más que un recipiente. La madera con la que se construyen aportan polifenoles, taninos hidrolizables y compuestos volátiles al producto que conservan. Todo gracias a distintos procesos físico-químicos que, al final, aportan su pequeño grano de arena a la calidad del vino o del whisky. Partiendo de esa base, Adriana Conde, investigadora en el grupo BioModem de la Escola Politécnica Superior de Ingeniería de Lugo y enmarcada en la Agrupación Estratégica BioRedes, trabaja en la búsqueda de la barrica ideal. ¿Cómo? Aplicando fórmulas matemáticas sobre los distintos tipos de toneles que hay en el mercado para tratar de modelizar las barricas de uso comercial que reúnan los mejores parámetros de calidad.